Umberto 121, Montisi Toscana

Umberto121 es un alojamiento rural en Montisi, en la Val d’Orcia, una población que forma parte de uno de los cinco municipios incluidos en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Tanto en este pequeño pueblo de 300 habitantes como en sus alrededores, te encuentras en una de las regiones más hermosas de Italia: la Toscana. Un territorio apacible y tranquilo donde cada ciprés es un símbolo de hospitalidad.

UNESCO Val d’Orcia

En Umberto121, los propietarios ofrecen esta hospitalidad centenaria de los cipreses. Lo consiguen gracias a la reforma de un edificio original del siglo XIV con la sabiduría de conservar la autenticidad que el paso de los años ha impregnado en los espacios. Han preservado los frescos del siglo XVII y el terrazo de los años 30, eliminando aquellas partes que no eran originales para dejar a la vista lo más auténtico en cada estancia.

Las cinco habitaciones dobles del alojamiento y el resto de la casa han sido meticulosamente reformadas y decoradas con delicadeza y buen gusto. Tanto en la sala de estar como en las habitaciones, el visitante se siente como en casa, rodeado de una atmósfera y luz acogedora. La casa tiene un total de 350 metros cuadrados y cuenta con una zona ajardinada desde donde se puede contemplar el pueblo medieval de Montisi.

La decoración de la casa se ha realizado a partir de mobiliario e iluminación adquiridos en los mercados y anticuarios locales, combinados con mobiliario contemporáneo con diseños de autores italianos y españoles. No en vano, los propietarios son una pareja ítalo-española. El buen gusto, la sobriedad y la sencillez han colonizado los espacios, respetando la esencia de una casa con más de 600 años de historia.

En la primera planta de la casa, también podemos disfrutar de una sala de estar con dos sofás, uno de ellos italiano de los años sesenta, que acompañan a la estantería Tria Shelving System. También en esta planta hay un comedor y una cocina a disposición de los huéspedes.

En la segunda planta encontramos las 5 habitaciones dobles, cada una con su propio baño. Algunos de los baños han conservado el terrazo de los años 30, pero han sido completamente reformados para proporcionar las comodidades actuales. Cada habitación ha conservado su pequeña historia particular.


También encontramos un distribuidor entre las habitaciones, convertido en una agradable zona de lectura donde puedes leer, descansar o contemplar cada detalle de la casa.

Photo: Meritxell Arjalaguer