Los arquitectos Marià Castelló + Daniel Redolat han llevado a cabo una intervención en una construcción tradicional de Formentera, transformándola hasta conseguir un programa funcional que respeta el estilo popular de la isla adaptándose a las necesidades contemporáneas y a la parcela donde se ha situado la nueva Can Manuel d’en Corda.
La ampliación de la vivienda ha buscado las mejores vistas hacia el noroeste, desde donde se divisa el islote de Es Vedrà, que tanto caracteriza el skyline meridional de la vecina isla de Ibiza.
En la casa original se han mantenido las estancias de carácter público (estar, comedor, cocina y terrazas), mientras que en la planta baja de la ampliación se han concentrado los dormitorios y en la planta sótano estancias de servicio (lavandería, bodega, despensa, etc…) y recintos técnicos. Se ha jugado con los volúmenes y los materiales para conseguir sacar el máximo partido al espacio y la mejor adaptación al medio.
La paleta de materiales es por tanto reducida, incidiendo en los más característicos de la isla: cerramientos de piedra, suelos de hormigón pulido y carpintería de madera maciza.
La selección de mobiliario incluye clásicos del diseño mediterráneo como los sillones Torres Clavé editados por mobles 114, o la luminaria Cesta de Miquel Milà, del mismo modo que sillas tradicionales de esparto realizadas por artesanos locales y mobiliario diseñado a medida realizado mayormente en madera de iroko con acabado natural.
Fotografías: Estudi Es Pujol de s’Era