(… viene de la primera parte)
Sabiendo que el “por qué” y el “cómo” son preguntas esenciales en cualquier proceso creativo, ¿cuál de ellas te motiva más a la hora de afrontar tu trabajo?
Yo trato de no tener ideas preconcebidas y soy de los diseñadores que se distraen en el proceso. Cambio mucho de opinión y a veces hasta de objetivo. Quizá es un defecto, no lo sé. En todo caso, me gusta conservar una cierta incertidumbre creativa.
Parece que vivimos en un nuevo paradigma dominado por los cambios sociales, la revisión de valores y los avances tecnológicos. En este escenario cambiante y a veces confuso, ¿cuál crees que debe ser el papel del diseñador?
No soy dogmático, creo que hay muchas posturas válidas. En estos momentos estoy muy interesado en trabajar con recursos locales y reivindicar una diversidad material y tecnológica en la que, evidentemente, entra lo nuevo pero sin perder lo tradicional. No me gusta la idea de un mundo uniformizado, donde los productos los diseñan y producen máquinas y están hechos de materiales que no reconocemos.
En alguna ocasión has dicho que el diseño es una herramienta de hacer mejor las cosas, no de hacerlas raras o estrambóticas. Si el diseño es una estrategia de adaptación, ¿en qué consiste? Y, ¿es el embellecimiento parte de esa estrategia?
El interés del diseño no tiene que ser el diseño. El diseño es solo la estrategia, la herramienta. El calificativo “de diseño” nos pone en una situación donde nos olvidamos de lo esencial y nos distraemos con lo superfluo. Claro que la belleza cuenta, pero es una belleza que incluye aspectos éticos, que de alguna manera representa nuestros deseos de ser mejores.
“Tenerlo todo sin tener apenas nada”, ¿podrías desarrollar esta afirmación tuya?
No sé qué nos empuja a tener más de lo necesario. Tener muchas cosas a veces nos limita. Las personas realmente libres no tienen una dependencia de los bienes materiales. Ya sé que es una contradicción siendo diseñador. Pero entonces, si dependemos de algo que sea algo que valga la pena.
¿Cuál es el espacio que más te gusta de un hogar? Y, ¿con qué objeto no te imaginas un día cualquiera?
Mi espacio favorito tiene que ver con la luz y cambia a lo largo del día. Cuando me ducho por las mañanas entra luz solar directa al baño y es genial. Cuando como al mediodía también entra el sol y creo que me alimenta más la luz que la comida. Es algo fantástico de Barcelona. Creo que la segunda pregunta hace referencia a un objeto tan especial que no tiene un uso cotidiano pero sí excepcional. Diseñé algunos para una exposición, “Artjects”, que se pueden ver en mi web, y de la que ya hablamos desde este blog.
Martín Azúa, Vitoria 1965.
Licenciado en Bellas Artes y Diseño por la Universidad de Barcelona. Diseñador de producto, de espacios efímeros e identidad gráfica. Ha desarrollado un trabajo constante de investigación hacia la búsqueda experimental, basándose en la observación de la naturaleza, la tradición y la modernidad. Su enorme sensibilidad y su tendencia a huir de lo innecesario o estridente caracterizan su trabajo. Ha participado en distintas exposiciones individuales y colectivas, y sus trabajos forman parte de las colecciones de MoMa, Vitra Design Museum o el Museu del Disseny de Barcelona. Varias Selecciones y Premios Delta AdiFad, Fad de Arquitectura y el Premio Ciudad de Barcelona.